
Lamentablemente esta es una realidad que
no podemos taparla con un dedo, es evidente que a pesar de los esfuerzos
realizados por el gobierno nacional, los niveles de inseguridad paulatinamente
ha crecido, se invierten anualmente cifras exorbitantes destinadas a
incorporar elementos que contribuyan a mejorar la seguridad a nivel general,
entre estos se encuentran recursos tecnológicos, humanos, bélicos, entre otros,
herramientas que en poco o nada han mejorado la actual situación en la que nos
encontramos, hoy por hoy la inseguridad reina en cada rincón de nuestro
territorio y esto se debe a la falta de oportunidades laborales.

Estas actividades van desde un simple raponazo, situación
que se evidencia a diario sobre todo en las grandes ciudades donde salir a la
calle se a convertido en un reto, y que de acuerdo al grado de necesidad de
cada desempleado pasa por asaltos, secuestros, sicariato, narcotráfico,
incorporación a grupos al margen de la ley y muchas otras formas de ganarse la
vida a costa de causar daño de toda índole al común de las personas que a
diario nos toca afrontar las consecuencias de la falta de una política oportuna
y efectiva, que contrarreste los niveles de desempleo que diariamente se
incrementan, pero que según las estadísticas que manejan nuestros gobernantes a
disminuido en los últimos tiempos, lo anterior sin tener en cuenta que un gran
porcentaje de la población subsiste con el poco dinero que con el desempeño de actividades
informales consigue y con el cual hace milagros para poder satisfacer las
necesidades básicas de su familia.


No hay comentarios:
Publicar un comentario